Fecha: martes 1 de diciembre de 2015
Lugar: Picsa
Ubicación: Calle de Ponzano, 76
Nº Asistentes: 9
Miembros: Monsieur Ajonjolí, Anchoa de
Santoña, Arroz, Carne Roja, Sr. Eneldo, Don Guisante, Agente Níscalo, La Patata
y Mr. Queso
Precio: 28 pavo
El lugar elegido para el debut de Monsieur
Ajonjolí no es otro que el Picsa
(no confundir con Pixar, que eso es otra movida).
Mientras esperamos a que llegue La Patata, quien
tenía unas gestiones que hacer, aparece en la mesa una ronda de cervezas La
Virgen. Para quien no la conozca, la Virgen se define como una cerveza pura,
viva y fresca, que se elabora honestamente en la fábrica de Las Rozas de
Madrid. Y así es.
Una vez que estamos todos nos traen la carta,
la cual devolvemos sin mirar. En pocos minutos llegan los espectaculares mezzes
porteños o entrantes al estilo argentino: Paté
Picsa, Sardinas Rulli y Vitel Toné. Además de dos quesos, Torrejón de Cantagrullas y Rey Silo Rojo.
El nivel de los entrantes es muy alto así que
esperamos con ansia que lleguen las picsas. Las picsas son siempre para
compartir, lo ideal es una para cada dos personas, y son diferentes a las
pizzas. La picsa argentina es de masa gruesa, crujiente y esponjosa al mismo
tiempo y se cuece en horno de encina.
Las picsas que nos traen a catar son la Fugazza con Queso, la Calabresa, la Ibérica, la Aladino y la Napolitana. Empezamos con fuerza pero a
medida que las porciones van desapareciendo de la tabla, la necesidad de
reposar la picsa recostándose en la silla se va volviendo necesaria. Aun así
queremos probar los postres, una cucharadita de cada por lo menos. Tarta de Chocolate con Helado de Dulce de Leche,
Flan Fuerte con Nata Montada y Dulce de Leche
y Tarta de Manzana.
El trato recibido por todo el personal del
Picsa es espectacular y todos estamos de acuerdo en que, a partir de este día,
no volveremos a decir pizza, diremos PICSA.
"En
cuanto pones un pie en el local y te diriges a tu pupitre, el olor a PICSA
recién hecha te seduce. Una mezcla equilibrada y sabrosa de productos de gran
calidad que te atrapa desde el primer bocado. El trato familiar y muy
profesional solo es superado por su gran oferta de cervezas y un paté de
entrante espectacular. En definitiva, un local muy recomendable al cual
volveré. Aquí sí que el secreto está en la masa." - Sr. Eneldo ***
"Entrantes sorprendentes
y sabrosos. De segundo, las pizzas para compartir: masa gorda pero ligera,
esponjosa y crujiente a la vez. Buena variedad de cervezas, entre ellas la
madrileña "La Virgen", homenajeando así a Chamberí, uno de los
barrios más castizos, tradicionales y puros de la capital.
Simpáticos
y no menos profesionales camareros a la altura del restaurante. Tampoco es el
local más acogedor de Madrid.
Lo
mejor, la masa gordaca." – Mr. Queso ***½
"EL PICSA: Típico sitio
al que "hay que ir".
LA
FUGAZZA: Típica pizza que "hay que probar".
No
puede competir con muchos restaurantes, al final no deja de ser una pizzería
(aunque los entrantes podrían estar perfectamente en la carta de Sala de
Despiece), pero gana de calle a todas las pizzerías de Madrid. Que yo conozca.
El
local podría ser más acogedor. Las pizzas no creo que puedan estar más ricas."
– Arroz ****
"Queridos amigos, en
este local de apariencia industrial situado en la confluencia de las calles
Ponzano y María de Guzmán se comen las picsas más singulares y sabrosas de
Madrid, bajo una masa que huye de la tendencia a la finura actual, se va
depositando una materia prima espectacular, ingredientes tradicionales como
pueden ser el jamón ibérico, las anchoas o las guindillas dan un resultado
sorprendente para el paladar. De los entrantes cabe destacar el paté servido en
su propio tarro, con un sabor exquisito, que viene acompañado de pan tostado
laminado ideal para usarlo a modo de cuchara. Postres, no dejéis de probar el
flan con dulce de leche, rematará ese sensación de infle que se va arrastrando
desde el penúltimo trozo de picsa. El personal es muy amable y atento, y harán
lo imposible para que encontréis vuestra cerveza perfecta." – Monsieur
Ajonjolí ****
"¡Qué
bueno que viniste! es lo primero que se te ocurre al cruzar por primera vez la
puerta del PICSA. La decoración sencilla y funcional invita a sentarse y
disfrutar de la comida, por mí perfecto, he venido a cenar no a una exposición.
El trato dispensado por los camareros es excelente, nos atienden rápido y en un
segundo tenemos las bebidas encima de la mesa. El camarero elige por nosotros y
no defrauda. Selecciona cinco entrantes distintos. Todos riquísimos, destacando
la falda asada y la ensalada de sardinas. Y por fin... la picsa, simplemente
espectacular, pocos ingredientes y mucho sabor, como debe ser. Probamos cinco
distintas: carne picada, jamón, picante verduras y la que fue para mí la clara
vencedora de la noche: la de cebolla, toda una sorpresa para el paladar. Mi
única crítica va dirigida al postre, como no podía ser de otra manera en un
restaurante argentino me resultó demasiado ‘dulce’." - Agente Níscalo ***
"Lo
que comen los pibitos. Masa gruesa, crujiente y esponjosa. Esa es la clave.
Además, a poder ser, siempre compartida con los amigos. La picsa es macanuda
pero el vitel toné es bárbaro." – Anchoa de Santoña ***½
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